«No es bueno para nadie que haya ruido mediático sobre este proceso», ha afirmado Ayerdi en su comparecencia, en la que ha subrayado que el «ruido» se ha generado «no solo entre los socios del cuatripartito, sino también fuera».

Por ello, ha dicho, el Gobierno ha pensado que contratar definitivamente a AFI «no iba a beneficiar al proceso» y ha decidido declarar desierta la adjudicación, una decisión que el presidente de la entidad «ha entendido».

Según Ayerdi, el «ruido y la distorsión mediática» no iba a contribuir a un proceso que el Gobierno «quiere que sea totalmente tranquilo y participativo», a pesar de que «AFI es una entidad que cumplía y cumple sobradamente los requisitos para hacer el informe».

Y al respecto ha subrayado que la empresa «es indiscutible que ha acreditado la experiencia necesaria para hacerlo».

El vicepresidente ha recordado además que el informe «iba a servir de base para un proceso participativo», «no iba a ser automáticamente decisión del Gobierno», que ahora «se está tomando unos días para ver cómo reiniciar el proceso».

Escuchadas las explicaciones, la popular Ana Beltrán ha lamentado que el Ejecutivo haya «cedido» al «absoluto chantaje» que EH Bildu y Podemos han realizado al vetar a la entidad, y que ha atribuido a la voluntad de ambas formaciones de que «las conclusiones del informe sean favorables a una banca pública».

En este sentido ha destacado que para el PP la creación de una banca pública sería un «error y riesgo mayúsculo», y supondría un «gran desembolso en absoluto necesario» salvo para los compromisos «electorales de los partidos populistas».

Por UPN, Carlos García Adanero ha afirmado que la decisión del Ejecutivo es un «triunfo de Podemos» y ha mostrado su preocupación por si esta actuación puede ser un «grave» precedente para la retirada de iniciativas cuando a un miembro del cuatripartito no le guste.

Por su parte, el portavoz de EH Bildu, Adolfo Araiz, ha calificado como «satisfactoria» y «positiva» la decisión adoptada por el Gobierno.

Araiz ha admitido que AFI les genera «desconfianza» por su papel en el proceso de Caja Navarra pero ha garantizado que «no ha habido ningún chantaje».

Rafael Eraso, de Geroa Bai, se ha mostrado «totalmente de acuerdo» con la «prudente» decisión del Ejecutivo, y ha apostado por «buscar otras alternativas».

En la misma línea, el parlamentario de Podemos-Ahal Dugu Carlos Couso se ha posicionado «a favor de que el concurso se deje desierto» al tiempo que ha asegurado que su partido no chantajea «a nadie».

El socialista Guzmán Garmendia ha considerado «inédito» y «absolutamente preocupante» lo ocurrido con este concurso por «la imagen» que se está trasladando «al resto de España y a las empresas», que ha calificado de «muy peligrosa».

Por último, el portavoz de I-E, José Miguel Nuin, ha compartido y apoyado la decisión tomada por el Gobierno, «correcta y acertada» ante un «mal inicio del proceso», al tiempo que ha apostado por «no hacer dramatismo» y no «sacar de quicio» la cuestión.