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Las obras de derribo de Argal y Talluntxe en Iruñea finalizarán a principios de octubre

Las obras de derribo de las antiguas instalaciones de Argal y Talluntxe en Iruñea, que han sido visitadas por Gerencia de Urbanismo, finalizarán a principios de octubre. El coste será asumido proporcionalmente por los miembros del Consorcio del TAV: Iruñea, Zizur Nagusia, Cendea de Zizur y Gobierno de Nafarroa.

Estado en el que se encuentran los trabajos de derribo en la antigua Argal de Iruñea. (AYUNTAMIENTO DE IRUÑEA)
Estado en el que se encuentran los trabajos de derribo en la antigua Argal de Iruñea. (AYUNTAMIENTO DE IRUÑEA)

Los miembros del Consejo de Gerencia de Urbanismo, encabezados por el alcalde, Enrique Maya, han visitado el solar de las antiguas instalaciones de Argal y Talluntxe para conocer los detalles de las obras de derribo de los edificios industriales abandonados llevadas a cabo durante el verano.

El solar que ha quedado libre está situado en la avenida de Arostegi, 24 y se corresponde con las parcelas catastrales 2652 y 2700 del Polígono 4, contemplado en el Proyecto de Urbanización del PSIS de Etxabakoitz desde 2015. Las dos parcelas lindan con la vía del tren al Norte y con la avenida de Arostegi al Sur. La 2700 es propiedad de Inmobiliaria Urquía S.A. y tiene una extensión de 5.468 m2. La parcela 2652 es de Tallunce S.L., la mercantil que tras el cierre de Argal utilizó el espacio para una empresa de catering y que también cesó en su actividad, y alcanza los 2.152 m2.

Adjudicados por un importe de 153.827 euros (IVA no incluido), los trabajos han tenido un coste final de 191.148,55 euros (IVA no incluido) ya que durante la demolición aparecieron unos sótanos de los que no se tenía constancia. Está previsto que las obras finalicen a principios de octubre.

La empresa adjudicataria, Construcciones y Excavaciones Erri Berri S.L, ha solicitado un aumento del plazo del contrato de derribo de quince días porque fue requerida con carácter de emergencia por el Gobierno de Nafarroa para los trabajos de limpieza y reconstrucción de la carretera N-121, Iruñea-Tutera, en la “Curva del Maño”, afectada por las inundaciones ocurridas en la zona de Tafalla el pasado 8 de julio.

Una parcela llana y libre de edificios
Los trabajos han incluido los derribos de los edificios, los sótanos y la cimentación, sin comprender el Centro de Transformación de Iberdrola. Cuando finalicen las obras quedarán las dos parcelas como una explanada ya que se rellenarán los huecos de los sótanos con el material obtenido en el machaqueo que se realiza con los restos del derribo. El material sobrante será recogido en el fondo de las parcelas. En estos momentos, ha finalizado la demolición y falta igualar el terreno rellenando el vaso de los sótanos.

El mismo día de la visita se ha dado inicio a los trabajos de machaqueo. Entre los residuos obtenidos se han recuperado 585,68 toneladas de corcho, 120 toneladas de metal (ferralla), 95,44 toneladas de madera, 57,86 toneladas de basura y 2,66 toneladas de amianto.

Posibles usos del solar

El Ayuntamiento de Iruñea está estudiando los usos que podría tener el solar. Entre las opciones que se barajan se encuentra convertirlo en aparcamiento disuasorio provisional, ya que se sitúa en la entrada Sur de la ciudad y cuenta con paradas de transporte público de autobuses en las cercanías. Así, además de quedar la zona saneada y mejorada en su imagen se dotará al espacio de una utilidad mientras se realiza la urbanización y se ejecuta su desarrollo final.

El solar se encuentra dentro del ámbito que gestiona el Consorcio Alta Velocidad-Iruñerria (TAV). De acuerdo al convenio firmado por el Consejo de dirección en el que se encuentran representadas todas las entidades participantes, del coste de la realización de los derribos, corresponde al Ayuntamiento de Iruñea una aportación de un 30,77%, el mismo porcentaje que al Gobierno de Nafarroa, al Ayuntamiento de Zizur Nagusia un 23,08% y a la Cendea de Zizur un 15,38 % del total.

Dado que los edificios y sus dependencias se encontraban en una mala conservación, estado insalubre y con zonas muy dañadas por actos vandálicos y suponían un riesgo para las personas, se decidió en el consejo del Consorcio adelantar el derribo a las obras de urbanización y que el Ayuntamiento se encargara de llevar a cabo las actuaciones y costeara los trabajos. Posteriormente, ese coste será repercutido entre los miembros del Consorcio en las anualidades de 2019, 2020, y 2021.