Pello Guerra

Las ‘joyas’ que atesora el Ayuntamiento de Iruñea

Una de las primeras representaciones conocidas de un zaldiko, el documento que en 1423 dio origen a la actual Iruñea, las llaves de la ciudad, esculturas de Oteiza y las mazas protocolarias del Consistorio son algunas de las ‘joyas’ que atesora el Ayuntamiento de Iruñea.

Imagen de una de las primeras representaciones conocidas de un zaldiko.
Imagen de una de las primeras representaciones conocidas de un zaldiko.

La celebración del Privilegio de la Unión el 8 de septiembre es una buena ocasión para acudir a las visitas guiadas al ayuntamiento en las que se muestran algunas de las piezas más preciadas que conserva el Consistorio iruindarra.

La visita arranca en el zaguán (la entrada) del edificio, donde se exponen las siete llaves de la ciudad. Fueron fabricadas por el cerrajero Marcos Vergara en 1828 para ser entregadas durante una visita del rey español Fernando VII. Para ello, la ciudad tuvo que pedir permiso para su reproducción al virrey de Nafarroa, quien custodiaba las originales, confiscadas a los portaleros en 1812 por las tropas napoleónicas durante la ocupación de la ciudad.



Las llaves son copia de otras más antiguas, ya que desde 1560 existía la costumbre de entregarlas simbólicamente en una bandeja de plata a los monarcas que visitaban la ciudad. Tres son doradas, de latón, y encarnan la riqueza de la ciudad, y otras tres bruñidas, de hierro templado, para recoger su fortaleza.

Esas seis llaves eran las que abrían los portales de las murallas de Iruñea y la séptima es del siglo XVIII, de factura barroca y era la que se utilizaba en la antigua Casa de Toriles municipal de la Plaza del Castillo.

Ese edificio se encontraba en la esquina noroeste de la citada plaza, ángulo del recinto que se empleaba para celebrar corridas de toros hasta que se construyó el primer coso estable de la ciudad. Desde los balcones de ese inmueble, las autoridades presenciaban las corridas que tenían lugar en Iruñea hasta 1844.

Junto a las llaves, en el zaguán del edificio consistorial se exhiben tres mazas de plata de Iruñea. Son ceremoniales y uno de los símbolos de la autoridad y el poder  de la institución municipal. Acompañan a la Corporación en los principales actos de la ciudad.

La parte más antigua corresponde al cañón cilíndrico de la maza mayor, que es del año 1555. Su cabeza y las otras dos mazas fueron realizadas por el platero José Iriarte a finales del siglo XVIII.



Ascendiendo a la primera planta del edificio se llega al salón de recepciones, donde se guardan otros ‘tesoros’ del Ayuntamiento. Uno de ellos es una de las copias originales del documento del Privilegio de la Unión, por el que el rey Carlos III fusionó el 8 de septiembre de 1423 los tres burgos (Navarrería, San Cernin y La Población de San Nicolás) en una sola ciudad, Iruñea.

En 29 capítulos se establece, entre otras cuestiones, que a partir de ese momento, la capital del reino contaría con una institución que la gobernaría en su conjunto, la Jurería (precedente del actual Ayuntamiento), integrada por diez jurados (concejales), de los que cinco correspondían a San Cernín, tres a San Nicolás y dos a la Navarrería, atendiendo a su volumen de población.

De ese documento se hicieron un total de cuatro copias, que fueron entregadas a los tres burgos y la cuarta, a la Cancillería del Reino. En el ayuntamiento se exhibe la que se guardaba en el Archivo Municipal, aunque también se muestra una copia facsímil en el zaguán.

Físicamente resulta muy llamativo, ya que se trata de un pergamino muy alargado, puesto que mide 1991x450 mm ,y por ese motivo está integrado por cuatro partes. Al pie del mismo aparecen unos gruesos sellos en los que se ve a Carlos III sentado en el trono.



En otra vitrina que se encuentra en el citado salón se guardan varios libros que recogieron de manera más sencilla y práctica el Privilegio de la Unión a lo largo de la historia. Uno de ellos cuenta con su curiosidad particular. Es de 1533 y en una de sus páginas aparece dibujada la que está considerada como una de las primeras representaciones de un zaldiko.

En un extremo del salón se encuentra la capilla dedicada a San Fermín, que cuenta con varias piezas relevantes, entre las que destaca una cruz de plata de 1555, la más antigua que se conserva en el Consistorio.

Ya en el ámbito más moderno y expuestas en otra zona del edificio, destacan dos pequeñas esculturas del artista Jorge Oteiza, que flanquean un busto de Pompeyo, el general romano que fundó Pompaelo en el viejo enclave vascón de Iruñea allá por el siglo I antes de Cristo.

Varios carteles históricos de sanfermines completan diversos espacios de la decoración del edificio que alberga una institución que en 2023 cumplirá seiscientos años de historia, un pasado que se hace presente a través de estas piezas.