Según señala Representación Cannábica Navarra en un comunicado, el juzgado reconoce «legal» su actividad, y precisa que estaba inscrito a tal efecto, se aseguraban de que todos eran adultos y consumidores previos, el cannabis era para uso personal, el consumo se realizaba en el propio local y los consumidores que lo sacaban de allí eran sancionados por el club.
«Le Club está cerrado desde entonces para perjuicio de sus socias y socio»" y por estos hechos «se han perdido cuatro empleos que costó mucho crear de la nada en plena crisis económica», destaca RCN, que pide a la Policía Municipal que «reconozcan su error, se devuelva lo incautado tal y como pide fiscalía y el juzgado, y se pueda reanudar la actividad de los socios y recuperar los puestos de empleo de Le Club».
Y añade al respecto que «la sentencia deja bien claro cómo debe actuar un club para ser legal y el Ayuntamiento debería orientar su política a la inscripción de los clubes de cannabis, su reglamentación y no su represión y cierre».