Aritz INTXUSTA

A Maya le vuelan la chistera de gala a su paso por Curia

La procesión de San Fermín ha terminado sin mayores incidentes. Eso sí, ha vuelto la tensión a la calle Curia. Ha habido pitos y aplausos al paso de los concjeales y la Policía Municipal ha traído de nuevo aquellos malos modos del pasado. El mayor incidente ha sido que un hombre le ha dado una chapada a la chistera del alcalde, Enrique Maya, que se le ha caído.

Curia ha vuelto a tronar «UPN Kanpora!» cuando la procesión de San Fermín recorría los últimos metros antes de llegar a la catedral. Había tanta gente que los concejales, en algún tramo, tenían que ir en fila de a uno. Y esto lo aprovechó alguien que protestaba golpeando el ala de la chistera del alcalde con su traje de gala, haciédola caer. Ha ocurrido a la altura de Curia 8. Ha sido un simple toque hacia arriba. 

Por otro lado, agentes de la Policía Municipal se han encarado y la han emprendido a empujones contra algunos delos presentes, al menos, en dos puntos de esa calle. Ambas acciones no han tenido demasiado sentido, en tanto que se han producido una vez habían pasado todos los concejales. Y con ellos, el momento de tensión. 

El cruce de pitos y aplausos no ha trascendido más allá de eso. Nunca lo hace. A modo de ejemplo, a menos de dos metros de donde la Policía la ha emprendido a empujones con un grupo de gente que protestaba, se encontraban aplaudiendo la exconsejera Lourdes Goicoechea y la exconcejal de UPN, Paz Prieto. Esta última, con el abanico con la bandera española que se trae siempre. Y que le hacía conjunto con el bolso y el pendiente.

La Policía Municipal ha protegido en ese tramo, así como en Mercaderes, únicamente a los ediles del Navarra Suma y el PSN. No así con los de EH Bildu, que saludaron y dieron abrazos a algunos iruindarras. Maite Esporrín parecía tener un dispositivo especial y exclusivo. No ha habido cánticos contra el PSN.

Habida cuenta de que existía un malestar notable en cierto sector de la población, sobre todo por lo ocurrido ayer en el interior del Ayuntamiento, la tensión vivida fue incluso menor que la de la anterior etapa de gobierno de Maya.