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El Plan de Amabilización prosigue en abril con la licitación de las obras de urbanización

La II fase del Plan de Amabilización arrancará en abril con la licitación del proyecto de obras de urbanización que está previsto que empiecen en octubre y cuesten 1,2 millones. Navas de Tolosa y Taconera concentrarán el 85% de los trabajos, mientras Bosquecillo, Chinchilla y Padre Moret acogerán intervenciones ‘tácticas’.

Navas de Tolosa es una de las zonas que concentrará los trabajos de la II fase del Plan de Amabilización.
Navas de Tolosa es una de las zonas que concentrará los trabajos de la II fase del Plan de Amabilización.

Consolidar la calle Navas de Tolosa como zona de coexistencia con tránsito de autobuses urbanos, dotar la calle peatonal del Bosquecillo con un nuevo diseño que la haga más funcional y atractiva, urbanizar definitivamente para el peatón los espacios ganados a la calzada y, en general, impulsar medidas técnicas que clarifiquen y mejoren el tránsito de peatones y ciclistas por el entrono de las calles Padre Moret, Sandoval, Navas de Tolosa y Yanguas y Miranda son las líneas maestras que han de guiar el proyecto de las obras que, a partir de octubre, darán paso a la segunda fase del Plan de Amabilización del Centro.

El concejal delegado de Ciudad Habitable y Vivienda, Joxe Abaurrea, y la directora del Área de Conservación Urbana y Proyectos, Cristina Arregi, han explicado en rueda de prensa tanto el cronograma de esta segunda fase, como los tres ámbitos en los que se va a actuar: entre San Lorenzo y el Parlamento; el entorno del Bosquecillo y de General Chinchilla y Padre Moret y sus calles adyacentes. Asimismo han explicado que el cuarto ámbito de actuación, el que se refiere al paseo de Sarasate, queda a expensas de un concurso de ideas cuyas bases se harán públicas antes de verano.

Respecto a los otros tres ámbitos, está previsto que el plazo de licitación de la redacción del proyecto de urbanización se abra en abril, de manera que esté concluido para julio. De esta forma, en agosto se licitarían las obras que comenzarían en octubre y finalizarían en un plazo de cinco o seis meses. Según las previsiones del área de Proyectos del Ayuntamiento de Pamplona, la inversión será aproximadamente de o 1,2 millones de euros.

Navas de Tolosa, un espacio de coexistencia entre peatón, bici y bus
Las obras que constituyen la segunda fase del Plan de Amabilización del Centro se centrarán en un 85% en el ámbito comprendido entre la iglesia de San Lorenzo y el Parlamento de Nafarroa, es decir, en las calles Navas de Tolosa y Taconera. En ese espacio se realizará una reurbanización definitiva al uso para crear ahí una zona de coexistencia entre peatón, bicicleta y transporte público.

La actual pavimentación acabada en hormigón que ocupa el espacio ganado a la calzada será cubierto con loseta de piedra y se creará una línea de árboles frente al edificio del Parlamento de Nafarroa que continuará hasta la rotonda de Navas de Tolosa junto al Hotel Tres Reyes.

Para remarcar la calzada como espacio de coexistencia frente a las vías con prioridad para vehículos, el suelo será de un material distinto al resto. Se incluirá un asfalto impreso tipo adoquín para diferenciar este tramo, reservado a transporte urbano, de un tramo normal de calle de circulación. Se mantendrá a diferente altura respecto a la acera para atender las necesidades que marca el transporte urbano.

Los trabajos también adecuarán la zona de San Gregorio y San Lorenzo con la normativa actual sobre accesibilidad con actuaciones en escaleras y rampas. Finalmente se llevará a cabo una importante intervención en el subsuelo para la renovación de redes de saneamiento, telecomunicaciones y alumbrado.

‘Intervenciones tácticas’ más ágiles en Bosquecillo y General Chinchilla
El segundo ámbito de actuación se ubica en el entorno de las nuevas zonas peatonales localizadas en las calles Bosquecillo y General Chinchilla, donde se llevará a cabo una urbanización basada en ‘intervenciones tácticas’ centradas en la adecuación de los espacios urbanos al nuevo concepto de ciudad sostenible, que invierte el reparto modal dando protagonismo a peatones, usuarios de biccleta y transporte público, utilizando para ello elementos de mobiliario urbano y señalización horizontal.

Según explicó la responsable de Proyectos del Ayuntamiento de Iruñea, Cristina Arregi, este tipo de intervenciones son más ágiles y más económicas que los procesos de transformación urbana tradicionales.

En la calle del Bosquecillo se transformará la calzada en un espacio de estancia dividido en tres zonas cuya conexión se articulará a través de mobiliario urbano, jardineras y bancos. Se creará un carril bici que conectará con el carril que sube desde Trinitarios por la avenida de Gipuzkoa hasta el centro de Iruñea y que también servirá de conexión entre Alde Zaharra (desde la calle Mayor) y el nuevo eje sostenible de Pío XII.

La sección de la calle mantendrá los dos niveles actuales pero en el suelo se pretende hacer un pintado del asfalto tipo mural más atractivo que incida en el carácter lúdico que se le quiere dar al nuevo espacio. El objetivo es crear una zona de libre tránsito para peatones y medios sostenibles que una la Taconera y la Ciudadela a través del Bosquecillo y General Chinchilla.

En la calle General Chinchilla la intervención prevista es similar a la del Bosquecillo, aunque de menor entidad. Se centrará en reordenar la señalización y el mobiliario urbano para que queden más claros tanto los diferentes tránsitos de peatón y bicicleta como los usos permitidos, entre los que se encuentra la carga y descarga.

Señalización de usos
Las actuaciones en las calles Padre Moret, Sandoval, Navas de Tolosa (el tramo comprendido entre la glorieta de Hotel Tres Reyes y la avenida de Pío XII), y Yanguas y Miranda constituyen el tercer ámbito de actuación de esta segunda fase del proyecto.

Los trabajos que se emprenderán allá está previsto que sean también de carácter táctico aunque de rango menor y se centrarán, principalmente, en adecuar aquellas partes que, desde el punto de vista técnico, se consideran mejorables. En la calle Padre Moret, los esfuerzos se concentrarán en la señalización horizontal para conseguir una separación correcta de los diferentes espacios en función de los usos a los que se destinan. Se mejorará la caracterización de las prolongaciones del espacio peatonal y el espacio de calzada se destacará como ciclocalle en la que coexistirán tanto transporte urbano como bicicleta.

En la confluencia de las calles Padre Moret, Navas de Tolosa y Yanguas y Miranda, se pintarán mallados amarillos para evitar que vehículos privados bloqueen el tránsito de autobuses. En el mismo sentido, se implementarán las acciones solicitadas por la Mancomunidad de Iruñerria para garantizar la mayor rapidez de las nuevas rutas.

En Navas de Tolosa, entre la rotonda del Hotel Tres Reyes y la confluencia con la avenida del Ejército, se adecuarán las infraestructuras necesarias en la vía para dar continuidad al carril bici que vendrá desde Pío XII hasta el centro.

Por último, en las calles Sandoval y Julián Arteaga se plantea también una revisión de la señalítica horizontal en el suelo para reforzar tránsitos de vehículos vecinales y del acceso a las plazas rojas de rotación en horario comercial ubicadas en Sandoval.

Un concurso de ideas para un paseo Sarasate revitalizado y atractivo
El cuarto ámbito de actuación previsto es la reordenación del paseo Sarasate, incluyendo el entorno de la Plaza del Vínculo, que no obstante queda para un concurso de ideas cuya licitación se prevé para antes de verano. Lo que se quiere es conectar todo el espacio incluido en el Plan de Amabilización del Centro con el Segundo Ensanche a través de un espacio con mayor encanto que supere el efecto barrera heredado de la anterior ordenación urbana.

Se busca una transición equilibrada entre Alde Zaharra y el II Ensanche y entre la plaza del Castillo y el entorno de la Ciudadela para impulsar un lugar atractivo no sólo desde el ámbito de la movilidad, sino también desde el ámbito de los usos comerciales o de servicios.

El concepto clave que definirá ese concurso de ideas será el de la recuperación y revitalización de un espacio hasta ahora poco transitado pero llamado a ser uno de los ejes centrales de la ciudad desde el punto de vista simbólico por la centralidad que tiene en la ciudad y porque une las sedes del poder Ejecutivo y el Legislativo en Nafarroa.

Evaluación técnica positiva
En la comparecencia también se ha hecho referencia a la evaluación que los integrantes del Grupo Técnico de Movilidad (integrado por por personal técnico y responsables de las áreas municipales de Ecología Urbana y Movilidad, Seguridad Ciudadana y Convivencia y Ciudad Habitable y Vivienda, así como del Servicio de Transporte Urbano Comarcal de la Mancomunidad de Iruñerria han hecho del funcionamiento del plan a los 6 meses de su entrada en funcionamiento. En resumen, su dictamen es que se ha logrado un alto grado de cumplimiento de los objetivos que impulsaron el plan.

En primer lugar destacan que se está logrando la transformación de los desplazamientos en el centro de la ciudad. Señalan que ha habido un cambio en las estrategias de viaje y se utiliza menos el vehículo privado como queda reflejado en los aforos recogidos que apuntan que el objetivo de recuperar el corazón de la ciudad para otros medios de transporte más sostenibles se está cumpliendo. Por ejemplo, por la calle José Alonso antes del Plan de Amabilización circulaban al día 10.469 vehículos y ahora 939 y por Padre Moret eran 14.102 y ahora 1.121 lo que suponen disminuciones del 91 y el 92% respectivamente.

En segundo lugar recuerdan que al comienzo de la puesta en marcha del plan las mayores críticas se centraban en la posibilidad de que se produjeran atascos y retenciones importantes en las grandes vías que circundan el centro. A este respecto el veredicto de los técnicos es que, incluso en horas punta, los cambios no han generado esos problemas (se apuntaba a Yanguas y Miranda con Conde Oliveto y a los cruces de avenida de Baja Navarra, calle Amaya y Avenida de Zaragoza) y laos recorridos alternativos han demostrado tener capacidad para absorber adecuadamente el tráfico que antes dicurría por el centro.

En tercer lugar se refieren al objetivo de fomentar el uso del transporte urbano. Al respecto los datos también son positivos: la Mancomunidad indica que en septiembre de 2016 los viajeros fueron 2.976.446 y en el mes en el que entró en funcionamiento se alcanzaron los 3.165.050 (subida del 6%). Ese incremento se ha sucedido en todos los meses, por ejemplo, en octubre de 3.107.358 pasajeros en 2016 a 3.293.785 en 2017 (se mantiene el 6%), en noviembre de 3.096.151 personas a 3.274.665 (5,7%), en diciembre de 2.969.918 a 3.008.012 viajeros (1%), en enero de 2017 sumaron 3.019.698 viajes y en enero de 2018, 3.276.887 (aumento del 8,5%) y en febrero de los mismos años de 2.984.231 a 3.066.387 pasajeros (2,7% de subida).

El incremento es importante en sábados que sube el 4,3% y en domingos que es del 4,4% y en el arco de la avenida de Pío XII hasta Barañáin. Sobre los cambios introducidos recoge el buen funcionamiento de los semáforos tranviarios, en especial el de la Plaza de la Paz.