Según señala el Ayuntamiento en una nota, este mercadillo se nutre con las aportaciones de sus asistentes, no se basa en el intercambio de objetos o trueque.
La dinámica consiste en donar elementos que ya no se usan y buscar otros que se necesitan, sin coste alguno. Las personas dejan todo tipo de artículos, que en ese momento pasan a ser del museo, y si encuentran algo que les interesa, pueden llevárselo. De esta forma, se pretende que las cosas recuperen una utilidad que perdieron para sus actuales poseedores, en manos de sus nuevos dueños.
Con esta iniciativa, se busca ofrecer una alternativa a la compra, impulsando la reutilización. Se puede encontrar desde ropa, calzado, abalorios, libros, juguetes, etc. Los participantes deben llevar objetos en buen estado que ya no utilicen y que puedan ser de interés para otras personas. Los podrán intercambiar, hasta un máximo de cuatro objetos de valor similar, por otros objetos del mercadillo.