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Baile ‘barato’ con gaiteros como alternativa a la corrida en la Plaza de Toros

Aunque el coronavirus amenaza los próximos sanfermines y la escalera solo puede celebrarse en el hogar, el Covid-19 no nos va a impedir cumplir con la tradición de subir el siguiente peldaño, el de abril, que acompañamos con una historia que recuerda una opción diferente a la taurina para pasar las tardes de fiestas que se puso en práctica hace cien años.

Los bailes más tradicionales siguen presentes en las tardes sanfermineras en la plaza del Castillo.
Los bailes más tradicionales siguen presentes en las tardes sanfermineras en la plaza del Castillo.

La búsqueda de una alternativa a las corridas de toros durante los sanfermines no es algo nuevo, ya que a comienzos del siglo XX se celebraba un baile con gaiteros en la plaza del Castillo, entonces de la Constitución, como opción de ocio para los que no se podían permitir pagar una entrada de acceso al coso.

Según recoge el historiador José Joaquín Arazuri, entre los años 1900 y 1918, se celebró el citado baile, que era una alternativa para los que no podían pagar los precios de las entradas a la plaza. Entonces, un tablón de sol costaba 26 pesetas con 70 céntimos; una barrera, 63,50 pesetas y un palco de sombra, 125 pesetas.

Para los bolsillos más castigados con ganas de juerga siempre quedaba la opción de acudir al baile que se celebraba durante la corrida en la plaza del Castillo. A esa hora, un par de gaiteros se situaba sobre uno de los bancos de piedra frente al Café Suizo (actual La Tagliatella).

Antes de comenzar, una persona marcaba con un palo un círculo alrededor de los músicos como zona límite de aproximación a los gaiteros. Y empezaba el baile, conocido como ‘el Barato’ por sus potenciales destinatarios y que siempre era bien recibido por los presentes.

Una vez que terminaba, la persona que había marcado el perímetro de los gaiteros pasaba la txapela entre los danzantes para recoger la voluntad y así pagar a los gaiteros.