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El TAN ordena al jurado argumentar su selección del concurso de ideas de Los Caídos

El Tribunal Administrativo de Nafarroa ha anulado el acuerdo de la Gerencia de Urbanismo del 13 de febrero de 2019 en el que se determinaba el fallo del jurado del concurso de ideas para la transformación del Monumento a los Caídos. Argumenta que el jurado de expertos no detalló los motivos para las exclusiones y cómo ponderó a los siete ganadores, por lo que ordena retrotraer el concurso a la fase de valoración.

El TAN ordena retrotraer el concurso de ideas para Los Caídos de Iruñea a la fase de valoración. 
El TAN ordena retrotraer el concurso de ideas para Los Caídos de Iruñea a la fase de valoración. 

El TAN considera que «la inexistencia de actas o informes con valoraciones y ponderaciones de las propuestas hace suponer que la valoración se hizo a tanto alzado, no existiendo constancia de cuál ha sido el modo y manera por la cual el jurado ha clasificado las propuestas». Por ello, el TAN ordena que el concurso se retrotraiga a la fase de valoración de todas las propuestas presentadas. El jurado de dicho concurso estaba formado por los expertos internacionales Carme Pinós i Desplat, Stefanie Endlich y Max Welch, así como otros tres nombrados por el COAVN, el Ayuntamiento y el Gobienro navarro. Y seleccionó un total de siete propuestas.

El TAN señala que «se ha prescindido de las normas esenciales del procedimiento puesto que queda acreditado que no figuran en el expediente remitido, las deliberaciones previas del jurado que justifican el rechazo de las propuestas, pues no existen las razones que conducen a excluir en una primera vuelta 25 propuestas, siete en una segunda y nueve en la tercera, no clasificación de las propuestas, no las valoraciones según los criterios de las bases de las mismas».

Reconoce que «únicamente existe una referencia a los criterios generales que han servido para descartar las propuestas sin individualización alguna y no puede servir como motivación de las propuestas rechazadas, rechazo que tampoco ha sido notificado a los interesados junto con los motivos que han conducido a la exclusión de las propuestas».

El tribunal apunta que «tampoco figuran informes o las actas donde se refleje la ponderación otorgada por el jurado a cada anteproyecto». De esta forma, concluye que «no hay constancia de los criterios de valoración aplicados a cada propuesta de forma individualizada ni su ponderación».

En el expediente se enumera que «no hay informe donde el jurado haya hecho constar la clasificación de los proyectos, teniendo en cuenta los méritos de cada proyecto, junto con sus observaciones y cualesquiera aspectos que requiriesen aclaración; no consta especificación sobre los puntos principales de las deliberaciones; no consta referencia a los criterios indicados en las bases del concurso; el órgano calificador no exteriorizó ponderación justificada; el acto que puso fin al concurso no se motivó de conformidad con las normas que regulaban su convocatoria; no quedaron acreditados en el procedimiento los fundamentos de la decisión que se adoptó».

Otras alegaciones desestimadas

La respuesta del TAN supone una victoria parcial de los apelantes. Así, entre las alegaciones se intentó anular la exclusión de los proyectos que aspiraban a dejar el Monumento tal y como está, pero no les ha funcionado. El TAN concluye que, efectivamente, el jurado debe «valorar que los nuevos usos o significados del monumento en caso de mantenimiento del edificio sean compatibles con el mantenimiento de una memoria histórica crítica, eliminando la apología del bando vencedor en la Guerra Civil Española».

En suma, todo este procedimiento parece formar parte de una maniobra dilatoria. De hecho, se intentó también anular el fallo del jurado por detalles nimios y formales, como que no aparecían las firmas de todos los miembros el jurado en el informe final o por el hecho de que uno de los miembros del jurado cambió. Ninguna de estas vías les funcionó. 

En suma, los críticos con el proceso de logran el objetivo de dilatar los trámites de elección del proyecto definitivo, obligando al jurado a justificar expresamente los motivos por los que seleccionaron a los siete finalistas. Ahora bien, se llevan una clara derrota a futuro ya que el TAN fija que el objetivo final pasa por eliminar la apología y debe ser compatible con una memoria histórica crítica.

Una vez subsanado el problema, queda la fase final de elección que pasará por un procedimiento de participación ciudadana aún por definir que será quien decida qué se hará con el edificio.