En la rueda de prensa que ha tenido lugar en el propio gaztetxe, portavoces de este han explicado que ocuparon la nave en setiembre de 2016 con la intención de transformar el barrio y crear nuevas alternativas, por lo que comenzaron a organizar diferentes actividades que, conforme avanzó el tiempo, «fueron adquiriendo una perspectiva diferente».

Concretamente, crearon «marcos y espacios intergeneracionales» teniendo como punto de partida la «autogestión». Así, han aclarado que, trabajando conjuntamente, llevaron a cabo distintos proyectos como el taller de serigrafía, el rocódromo o la panadería comunal.

«Es evidente que el proyecto atenta contra los intereses de unos pocos, al ser dos ideas contrapuestas. Siendo una de ellas el sistema consumista y especulador y la otra un barrio alternativo e intercultural. En consecuencia, quieren robar y destruir este espacio», han señalado.

En este sentido, han mencionado la demanda que interpuso La Caixa, que inició un proceso judicial «bajo el pretexto de construir nuevas viviendas». «Tienen claro que en Errotxapea hay cientos de pisos en desuso y que han desahuciado a muchas familias y aun así quieren destruir nuestro sueño», han denunciado.

Además, han remarcado que recibieron una notificación del Ayuntamiento de Iruñea mediante la cual les impiden realizar «cualquier tipo de actividad de concurrencia pública amenazándonos con multas de entre 6.000 y 60.000 euros».

Asimismo, atendiendo a los resultados electorales del 26 de mayo, han afirmado que «a la mayor amenaza de todas ya que UPN ha sido quien históricamente ha ordenado desalojos de manera ilegal», recordando los desalojos del gaztetxe Irule y Euskal Jai.

Ante esto, han subrayado que tienen claro que para «construir el barrio alternativo que queremos, este tipo de espacios son necesarios». Por lo tanto, defenderán el gaztetxe «mediante todos los medios que estén a nuestro alcance».