@MartxeloDiaz
IRUÑEA

Las jornadas de AZ Ekimena analizarán los problemas que tienen los vecinos de Alde Zaharra

La iniciativa AZ Ekimena ha organizado unos encuentros vecinales que tendrán lugar los dias 26 y 27 en las escuelas de San Francisco con el objetivo de encontrar soluciones a los problemas que tiene Alde Zaharra.

Las jornadas de AZ Ekimena buscan encontrar soluciones a los problemas de Alde Zaharra
Las jornadas de AZ Ekimena buscan encontrar soluciones a los problemas de Alde Zaharra

AZ Ekimena agrupa a distintos proyectos y colectivos de Alde Zaharra para «transformar el barrio en más habitable y más del vecindario, trabajando colectivamente», explican Toni Iragi e Isa Iribarren, integrantes de la iniciativa. Desde 2015 han organizado jornadas anualmente para detectar las necesidades del barrio para impulsar proyectos.

Las que tendrán lugar a partir del día 26 serán las terceras. «Se celebran en un momento bastante crítico en el barrio. Tenemos retos importantes que afrontar en poco tiempo. Pensamos que ya hemos superado la fase de hacer diagnósticos. Hemos dectactado cinco cuestiones concretas y estratégicas a las que hay que hincarles el diente de manera urgente», señalan.

La primera de ellas es el proceso de turistificación y gentrificación que padece Alde Zaharra. «Es una situación bastante preocupante. No es algo que nos inventemos nosotros, sino que hay datos concretos que hacen que nos preocupemos», subrayan. Así, desde 2006, Alde Zaharra ha sufrido una pérdida de población del 10,9%, mientras que en el conjunto de la ciudad los habitantes han subido un 3,9%. Es el barrio con peor evolución demográfica de la ciudad. Si se pone el foco en la población de menores de cinco años, en Alde Zaharra se produce un descenso del 10,1% en, mientras que en el conjunto de Iruñea la bajada es del 1,7%. «Esta es un dato que nos preocupa especialmente porque muestra que estamos ante una tendencia en la que la pérdida de población se consolida». Por lo que se refiere a la población migrante, desde 2006, en Alde Zaharra ha bajado un 41,5% mientras que en el conjunto de Iruñea ha subido un 12,5%.

«Estos datos no surgen porque sí, vienen de un modelo de barrio que se está gentrificando. Se está poniendo el barrio a merced de intereses privados, como la hostelería, los hoteles o los pisos turísticos. Esto tiene sus consecuencias. Y una de ellas, es que el precio de alquiler de la vivienda ha subido un 17%. Estamos viendo casos sangrantes en los que al renovare el contrato, se suben cien o doscientos euros. No hemos llegado al nivel de Barcelona o de Lo Viejo de Donostia, pero estamos en un proceso hacia eso. Lo único que nos queda es parar este proceso con políticas valientes. Si no, luego será irreversible», subrayan.

La situación se puede complicar con la apertura del macrohostel en el edificio de Unzu, que contaría con 277 plazas. «Nos preocupa especialmente, porque sería la gota que colma el vaso en en este proceso. A veces es difiícil explicar esto, porque parece que vamos contra el alojamiento más barato. Nada más lejos de la realidad. Nos oponemos a un macrohostel en medio de un barrio que está saturado», señalan.

«Del verano a aquí, hay una procesión de gente del barrio que este yendo a la Rotxa. La Rotxapea se está llenando con gente del Casco Viejo. O les han doblado el alquiler. Las agencias también señalan que es más rentable poner el piso como apartamento turísitico que alquilarlo. En el resto de la ciudad solo pueden ser pisos turísticos los prirmeros pisos. En Alde Zaharra, en cambio, hay barra libre y se pueden instalar en el quinto, en el sexto; no importa que haya ascensor, ...», denuncian.

Se hizo una moratoria de nuevas licencias para realizar un estudio técnico y hay una propuesta de normativa que regulará la actividad hotelera y ordenará los pisos turísticos, lo que valoran positivamente desde AZ, que apuesta por que se declare Alde Zaharra zona saturada. En el barrio, hay una plaza turística por cada 5,4 habitantes. El ratio en el conjunto de la ciudad es de una plaza por cada 38,4 habitantes. La diferencia es brutal, especialmente si se tiene en cuenta que en estos datos no se incluyen los alojamientos no registrados. 

El segundo aspecto que se analizará en las jornadas es el de la vivienda, muy ligado al anterior. «El efecto Airbnb ha entrado a saco. Tenemos 245 alojamientos turísiticos registrados en el Casco Viejo, lo que supone el 42% de la oferta en toda la ciudad. Ha impacto de forma directa en el precio del alquiler. Hay estudios que dicen que un propietario puede sacar hasta el 123% más si pone su piso como apartamento turísitico que si lo alquila a una familia. Hay casos de inversores que se están quedando con edificios para destinarlo a esto y presiones a gente para que deje el piso. Ahora es complicadísimo encontrar un piso de alquiler en el barrio», explican.

En las pasadas jornadas, se formó un grupo llamado Pisuteka, que tiene como objetivo denunciar y visibilizar esta problemática, así como generar una bolsa de alquiler vecinal para paliar esta situación. El proyecto está en proceso y se le quiere dar un impulso.

El tercer aspecto es el centro comunitario Plazara. «Ha habido un proceso participativo excesivamente largo, que ha enfriado un poco los ánimos. La idea es que en las jornadas pongamos las bases para que realmente sea un espacio comunitario del barrio, pero también para que sea un motor de activación vecinal. Queremos que sea un espacio referencial».

El cuarto punto es la nueva plaza de Santa Ana, surgida tras el derribo de Muebles Apesteguía. «Nos ha quedado un espacio espectacular en el corazón del barrio. La propuesta es que no venga el Ayuntamiento y ponga una pista de futbito y unos columpios, sino que se haga a través de un proceso en el que los vecinos podamos participar. Queremos que se pueda autogestionar por parte del vecindario, al estilo de lo que se está haciendo en Piparrika con el huerto urbano. Además, vemos que puede ser un espacio importante para desmasificar el núcleo de Nabarreria».

El último tema será el del gaztetxe. «AZ Ekimena ha hecho varias asambleas, de las que han salido varios puntos, que se han consensuado prácticamente con todos los colectivos del barrio. Se ve la importancia y la necesidad de que haya un espacio para la juventud, un gaztetxe, en el barrio. En su día, se planteó la necesidad de evitar que hubiera un desalojo violento. Cuando lo hubo, se respondió. Además, estamos intentando buscar cierta salida consensuada que diera estabilidad o normalidad a que existiera un gaztetxe en el barrio. En AZ se creó una comisión de personas para faciltar o mediar para lograr este último objetivo. Llevamos tiempo con un proceso de conversaciones entre EH Bildu y gaztetxe. Un grupo de AZ está facilitando estas negocaciones. En la asamblea contaremos en qué se situación se está para que el barrio tenga conocimiento», explican.