El joven iruindarra Ander Maeztu fue detenido en Iruñea en 2010 por la Policía española. Tras cuatro días incomunicado, denunció ante el ahora ministro español de Interior, Fernando Grande Marlaska, haber sido torturado, pero este lo envió a prisión. Maeztu resumió lo vivido durante la incomunicación en una entrevista en NAIZ.
Su denuncia por torturas fue archivada, una denuncia que repitió durante el juicio al que fue sometido en 2014 junto a otros 27 jóvenes. Tras dicho juicio, fue absuelto.
En febrero de 2017 se reabrió la denuncia por torturas ya que ni se había identificado a los policías que detuvieron al joven de Txantrea ni se le había hecho una exploración ni física ni sicológica y ahora, ocho años después, Maeztu ha acudido a la Audiencia Navarra, donde un forense le realizará una prueba sicológica.
El pasado 23 de mayo siete policías declararon en Madrid por estos hechos y negaron haber torturadao al joven navarro.
«La tortura ha sido una herramienta usada sistemáticamente por el Estado español contra el independentismo y los y las ciudadanas de Euskal Herria para acabar con las reivindicaciones y aspiraciones independentistas mediante el miedo, el terror. El terror de la propia tortura y el terror de la impunidad con la que se desarrolla», señala Maeztu en una entrevista publicada por Ahotsa.
Vecinos de Txantrea se han reunido frente a los juzgados navarros para mostrar su apoyo a Maeztu y denunciar la práctica de la tortura en el Estado español.