En 1911, Gerardo Areta, hortelano de la Magdalena, compró la casa número 13 de la Mañueta, un ático y un amplio patio que transformó en un frontón con rebote y graderío para el público. Estaba cubierto con un tejado de zinc, de ahí su sobrenombre Zinc Palace. Se abría a las nueve de la mañana y la entrada era gratis, salvo cuando se jugaban partidos organizados por la empresa. Hoy en día sigue activo este frontón tan castizo de Iruñea.
26 escuelas para 3.000 niños en 1892. A finales del siglo XIX, Iruñea contaba con 26 escuelas para una población infantil de 3.000 niños. De ellas, 17 eran para niñas y nueve para niños. La mayoría de los centros se concentraba en la calle Nueva, la Estafeta, Calderería y la zona del Ayuntamiento. En esa época solo había dos centros pertenecientes a órdenes religiosas y eran solo para niñas: las Ursulinas, que se acababan de instalar, y las Beatas Dominicas.