Ocurrió el sábado. En uno de los estanques de la Taconera, los técnicos municipales habían colocado una trampa camuflada entre la vegetación para tratar de conocer qué estaba pasando últimamente en la zona, donde en los últimas semanas iban apareciendo ejemplares de gallinas de diferentes razas muertas.
Sospechaban que se trataba de una acción de predación ‘natural’ y no de un acto de vandalismo como los acaecidos en otros momentos en esta zona, así que el personal del Área de Ecología Urbana y Movilidad pidió la colaboración del Guarderío Forestal del Gobierno de Nafarroa para resolver este misterio.
Cuando colocaron la trampa por si se trataba de un predador terrestre lo que no pensaban encontrar el sábado al escuchar los ruidos en su interior fue que el intruso era un visón europeo, especie autóctona catalogada en peligro de extinción.
Siguiendo un protocolo establecido para esta especie protegida, lo recogieron y le dieron suelta inmediatamente en una zona del río Arga, que es su hábitat natural y en el que puede cumplir todas sus necesidades vitales.
Según explican los técnicos municipales, el hecho de que haya sido encontrado en estas fechas sugiere que puede tratarse de un ejemplar joven, dado que en otoño, los juveniles de esta especie se dispersan buscando nuevos territorios. En esta dispersión puede suceder que se asienten temporalmente en hábitats menos apropiados, como el caso de los estanques de la Taconera.