Iñaki Vigor

Veinte años sin el Maestro Turrillas, sanferminero y osasunista

El día 20 de octubre se cumplen 20 años de la muerte del Maestro Turrillas, nacido en Barasoain pero vecino de Iruñea desde que cumplió 20 años de edad. Fue uno de los compositores populares más relevantes del pasado siglo y uno de los personajes más conocidos de la ciudad. Estuvo en La Pamplonesa durante cinco décadas, fue autor de los himnos de varias peñas sanfermineras y también fue obra suya el himno de Osasuna, que se sigue entonando en la actualidad.

El maestro Turrillas, golpeado por un kiliki en una imagen de los años 90 del pasado siglo.
El maestro Turrillas, golpeado por un kiliki en una imagen de los años 90 del pasado siglo.

Manuel Turrillas Ezcurra nació el primer día de enero de 1905 en Barasoain y tuvo sus primeros contactos musicales con el organista de la iglesia y con la banda del pueblo. Realizó sus primeros arreglos cuando era un chaval de 11 años, y con 14 ya hizo sus primeras composiciones musicales, pero no se ha conservado ninguna de ellas.

Poco después de trasladarse a vivir a Iruñea ingresó en La Pamplonesa y estudió Armonía y Composición en la Escuela Municipal de Música de la ciudad. En 1932 inició sus composiciones de pasacalles para peñas y de himnos para asociaciones, así como melodías de la tierra.

Desde 1940, y durante varias décadas, actuó como acordeonista, saxofonista e incluso violinista en salas de fiesta y pueblos, y en 1943 obtuvo la plaza de clarinetista 1º en La Pamplonesa, banda a la que continuó vinculado hasta su jubilación en 1978. Una de sus grandes aportaciones en ese periodo fue componer melodías para banda con el fin de disponer de un repertorio específico para las fiestas de San Fermín.

Durante esos años también trabajó la música ligera de la época, como el mambo, fox, bolero, pasodoble, cha-cha-chá, tango, vals y cumbia. Ya en la última etapa de su vida, tras su jubilación, realizó numerosos trabajos de instrumentación y arreglos para bandas de música, grupos folklóricos, orquestinas, solistas músicos y vocales.

Las grabaciones de sus composiciones comenzaron a prodigarse en los años 1950. Uno de sus trabajos más destacados llegó en 1957, cuando Columbia editó un disco que incluyó sus pasacalles ‘Oberena’ y ‘Navarrerías’ (Muthiko Alaiak), entre otras canciones, interpretadas por ‘Los Iruña’ko’.

Su gran dedicación a la música hizo que fuese conocido como el Maestro Turrillas y que le hicieran numerosos homenajes y reconocimientos, tanto populares como institucionales.

Barasoain le nombró Hijo Predilecto en 1983, y cinco años más tarde erigió un monumento en su memoria en la plaza que lleva su nombre. En 1992 recibió el Gallico de Oro de la sociedad Napardi, en 1994 La Pamplonesa le nombró Socio de Honor, y tres años después, poco antes de su fallecimiento, el Ayuntamiento de Iruñea la concedió la Medalla de Oro de la ciudad y posteriormente le dedicó una plaza en el barrio de Azpilagaña.

El pasado mes de julio, en vísperas de los sanfermines, la familia del Maestro Turrillas donó toda su obra musical al Archivo de Nafarroa. Se trata de un legado impresionante que abarca más de 60 años de producción y está formado por 294 canciones, 385 jotas y 657 trabajos de muy diverso tipo. También se incluyen 39 discos de vinilo de 45 rpm, 60 discos de vinilo de 33 rpm, 43 discos CD y 123 cintas de casete.

Este fondo musical ha entrado a formar parte del Archivo de las Artes Escénicas y Musicales de Nafarroa, que lo pondrá a disposición de todos los ciudadanos tras su tratamiento archivístico.