Diego Martínez, que debuta como técnico rojillo en partido oficial el próximo sábado, ha afirmado que se siente un «privilegiado» por entrenar a Osasuna, «sereno y muy focalizadoç en su trabajo, y «con mucha confianza de hacer muy bien las cosas».

El nuevo entrenador osasunista, que llegó a Iruñea procedente del Sevilla Atlético, se ha mostrado «optimista» sobre la nueva temporada y ha dicho que espera «lo mejor» de su equipo, al tiempo que ha indicado que no siente presión, porque esta es «externa» y se escapa de su control.

«Yo quiero sitios como Osasuna, que podamos pensar y trabajar por el mayor objetivo de todos, que es ascender. Quiero un sitio donde creamos que podamos hacer cosas importantes», ha manifestado. «Me gustaría hacer el mayor trabajo posible por Osasuna y ser lo más autoexigentes con nosotros mismos, y que disfrutemos del camino, que también es muy importante», ha añadido.

El técnico vigués ha señalado que como entrenador es «consciente» de que vive «en el corto plazo y la urgencia» de los resultados, pero ha defendido que entiende su trabajo pensando también el futuro.

«Queremos plantar una semilla que sea productiva y fructífera en el corto plazo, pero sobre todo en el medio plazo y, en este sentido, el club, después de pasar por dificultades grandes, se ha conseguido reinventar y quiere asentar unas bases de cara a un futuro próximo de cómo queremos vernos dentro de cinco o diez años», ha explicado.

Diego Martínez ha apuntado que «nadie sabe» el tiempo que permanecerá en Osasuna, ya que depende de «muchos factores», pero ha recalcado que su trabajo y el del resto de su equipo técnico, aparte de para «sacar el máximo rendimiento del día a día», también es para «plantar semillas que un futuro nos hagan más grandes como club».

Ha asegurado que tanto su equipo técnico como él están «muy contentos» por el grado de «compromiso» que está teniendo la plantilla hacia su método de trabajo y ha definido como «apasionante» el nuevo proyecto iniciado en el club pamplonés tras el descenso a Segunda después de solo un año en Primera.

«El primer día de pretemporada dije que lo más importante era recobrar la confianza después de lo que sucedió el año pasado y, en ese sentido, se ha visto en pretemporada que hemos tenido indicios de bastante mejoría, crecimiento, desarrollo y que avanzamos por el buen camino», ha opinado.

Ha admitido que cohesionar la nueva plantilla, con diez novedades por el momento, es una «tarea compleja, pero apasionante» y, aunque ha indicado que necesitan «tiempo», ha apuntado que «donde no llegue el tiempo debe hacerlo la motivación, la ilusión y el compromiso».

El entrenador gallego ha afirmado que «evidentemente» aspiran a estar «entre los mejores» y ha añadido que confía «que evolucionando y creciendo como equipo» pueden estar entre los primeros de LaLiga 123, pero ha recordado que clubes con mucho presupuesto han tenido dificultades en la categoría.

Ha asegurado que en el último amistoso de pretemporada contra el Eibar se vio «un Osasuna muy reconocible» en cuanto a lo que pretende, pero ha puntualizado que «no está consolidado» y que tiene «claro» que «el mejor Osasuna no se va a ver» en el primer partido oficial del próximo sábado ante el Sevilla Atlético.

«Lo importante es mantener tu identidad de juego cada semana y que cada vez vayas haciendo un equipo más competitivo», ha dicho. Ha destacado, en su breve estancia de momento en Iruñea, el «sentimiento de pertenencia tan arraigado que hay por estos colores», así como el «cariño» de la afición hacia el equipo.