El objetivo de estas reformas es preservar a la víctima del agresor y de otras personas de su entorno, ya que en estos momentos todas las personas implicadas acceden al edificio por la misma puerta. Además se busca separar a las víctimas del resto de personas que acuden a las oficinas de la Policía Municipal, ya que actualmente en la sala de espera se mezclan denunciantes, denunciados o personas trasladadas para realizar pruebas de etilometría.
Estos trabajos se llevarán a cabo en una superficie total de 155 metros cuadrados tanto en la planta baja como en el sótano de las dependencias de la Policía Municipal, en la calle Monasterio de Iratxe, y el presupuesto de las mismas asciende a 124.000 euros.