Traducido a euros, supone unos ahorros económicos de entre 100 y 300 euros al año, con medidas de diferente tipología: sencillas como subir uno o dos grados la temperatura del aire acondicionado, colocar perlizadores en grifos o  termostatos programables para el control de la calefacción, o más sofisticadas (y costosas), como la sustitución de carpinterías con mal aislamiento y alta permeabilidad, o de calderas antiguas con bajo rendimiento.

Así por ejemplo, en verano la forma más fácil de ahorrar energía con el aire acondicionado es mantener una temperatura de 26 grados en el interior de la casa. Sólo con subir la temperatura del termostato un grado, se puede ahorrar un 8% del consumo energético. Si se sube dos grados, se puede disfrutar de un día entero de aire acondicionado gratis.

Aprovechar la ventilación natural, cerrar puertas para mantener el frío en una habitación, usar ventiladores, que consumen poca energía y que pueden reducir la sensación térmica en una habitación entre 3 y 5 grados, o utilizar los sistemas de refrigeración evaporativa, que consisten en hacer pasar una corriente de aire por el agua, consiguiéndose bajar 2 ó 3 grados la temperatura de una habitación, son otros de los consejos que ofrece la guía de eficiencia energética para reducir el consumo.

Las auditorías energéticas son una iniciativa que forma parte del proyecto europeo FIESTA (Families Intelligent Energy Saving Targeted Action). Técnicos municipales realizan las auditorías en los domicilios de forma gratuita. Para solicitarlas, sólo es preciso solicitar cita a través de una página web o dirigirse al Servicio de Energía Verde del Ayuntamiento, en la calle Uztárroz, en el teléfono 948-420-991 o por email en infoenergia@pamplona.es.

Una vez registrada la petición, se establecen las fechas en las que un técnico especializado del Ayuntamiento de Iruñea acudirá al domicilio. Allí revisará las facturas de electricidad y gas, las estancias de la vivienda y el inventario de electrodomésticos, establecerá un perfil de la familia y de la vivienda y realizará una breve encuesta sobre hábitos de consumo. Tras ello, el auditor realizará un informe completo en el que se especifican medidas de ahorro con las que ese hogar puede reducir su consumo energético y el coste de sus facturas.