Karmele Solaguren murió en diciembre de 2004, cuando acudía a visitar a su hijo Ekain, entonces preso en Alcalá-Meco, a 500 kilómetros de su casa. Los vecinos de Barañain llevan once años reclamando que se le reconozca como víctima mortal de la política de dispersión.

«Es hora de que vecinos de diferentes ámbitos sumemos nuestras fuerzas y busquemos el compromiso de distintos organismos e instituciones para iniciar así el reconocimiento a las víctimas de la dispersión con la colocación de un monolito que recoja explícitamente que Karmele Solaguren murió a consecuencia de esta política penitenciaria. Este será el primer paso hacia el reconocimiento. Un reconocimiento que nos hará ser más pueblo, un pueblo que pide el fin de la dispersión y que guarda su historia para construir su futuro en común», han indicado en una comparecencia en la Plaza del Ayuntamiento, en la que han presentado una réplica del monolito, que ya estuvo presente en el acto que tuvo lugar el 18 de febrero en el Auditorio de Barañain.

Se trata de una pieza de acero recortada por una silueta central que corresponde a Karmele Solaguren, con once agujeros que representan los once años que han pasado para lograr el reconocimiento. Cuando se coloque el monolito, todos los años se realizará un nuevo agujero, más pequeño, para simbolizar que ha pasado otro año.

En el monolito se colocará el siguiente texto: «La vecina de Barañain Karmele Solaguren Goikoetxea, nacida el 10 de marzo de 1947, murió el 6 de diciembre de 2004 como consecuencia de la política de dispersión del Estado español. Que el vacío infinito llene el recuerdo".

Los impulsores de la campaña están recogiendo, además, adhesiones de personas referenciales en la vida deportiva, cultural, política y social de Barañain así como de vecinos. Las adhesiones, que se recogen en el correo karmelegogoan@gmail.com , se harán públicas en setiembre.