Iñaki Vigor

Iturrama se une a la gran familia de gigantes iruindarras

Cuando se habla de los Gigantes de Iruñea, todo el mundo visualiza las ocho figuras creadas en 1860 por Tadeo Amorena. Pero no son las únicas, porque casi todos los barrios de la ciudad tienen su propia comparsa. Iturrama la estrena este mes.

Gigantes de Arrotxapea. Iñigo URIZ/ARGAZKI PRESS
Gigantes de Arrotxapea. Iñigo URIZ/ARGAZKI PRESS

El último barrio de Iruñea en crear sus propios gigantes ha sido Iturrama, y serán estrenados precisamente en las fiestas que se celebrarán entre los días 26 y 29 de este mes de mayo. La iniciativa surgió de la asociación Iturgazte, que se acogió a subvenciones europeas y contó con la ayuda de un escultor del barrio para hacer las figuras, Ramón Berraondo.



De momento, solo se han construido dos gigantes, Amaia y Eneko, pero la idea es añadir otros dos gigantes y varios kilikis. Como en Iturrama no disponen de locales para guardar estas figuras de 3,70 metros de altura, el Ayuntamiento les ha permitido tenerlas en los locales de la antigua Estación de Autobuses. Allí se encuentran también las figuras de la comparsa de Alde Zaharra, cuyos miembros ayudarán a los de Iturrama a portear y bailar los gigantes durante sus primeras salidas.

La presentación será el día 27 de este mes a las 19:00 horas, coincidiendo con el chupinazo festivo, que será disparado por los jóvenes del barrio que han impulsado esta iniciativa. Entre los días 23 de mayo y 1 de junio se expondrán los gigantes en el Civivox Iturrama, así como fotografías del proceso de su elaboración.

La asociación Iturgazte tiene previsto completar el año que viene la comparsa de gigantes con nuevas figuras y porteadores propios, gaiteros y tamborreros.



La primera comparsa de barrio en Iruñea se creó hace 42 años en la Txantrea (momento que recoge la imagen), y por ello presume de ser una de las que tiene más experiencia y variedad tanto en bailes como en personajes. Hasta entonces, todos los gigantes representaban a reyes o reinas, pero los vecinos del barrio decidieron romper moldes. Pidieron al Ayuntamiento de Iruñea los planos de sus figuras, y en base a ellos construyeron cuatro gigantes inspirados en la mitología vasca: Tartalo, Mari, Basajaun y Sorgiñe. Los estrenaron en 1984, y en 1992 construyeron otros cuatro gigantes txikis, que representan a personajes históricos de Nafarroa relacionados con la novela ‘‘Amaya o los vascos en el siglo VIII’’ (García Ximenez, Amaia, Teodosio de Goñi y Amagoia). También cuentan con  cuatro kilikis alusivos a personajes del barrio (Profe, Cotilla, Japi y Piripi), y dos ‘‘akerras’’ o cabras que sustituyen a los tradicionales zaldikos. En total, en esta comparsa participan alrededor de 40 personas.

Seis años más tarde que los de la Txantrea llegaron los gigantes de Donibane. Estos tienen la peculiariedad de que pertenecen a la Comparsa de Gigantes de Iruñea y que son utilizados como escuela de aprendizaje para los nuevos portadores. Representan al Bobo de Otsagabia, el Bolante de Luzaide, el Zanpanzar de Ituren y la Cantinera.



Tres años después, en 1993, se creó la Comparsa de Gigantes de Sanduzelai con cuatro grandes figuras: Maritxu la Etxekoandre, García el Juntero, Catalina la Criada y Jon el Ermitaño. Son personajes que tienen una vinculación directa con el barrio, al igual que los tres zaldikos que se les unieron en 1997: el Guerrillero, el Carlista y el Miliciano. Además, existe una comparsa txiki dentro de la asociación Umetxea.



En 2001 se constituyó la comparsa de Alde Zaharra, que cuenta con cuatro gigantes representativos de otros tantos elementos (Aire, Agua, Tierra y Fuego) y están acompañados de cuatro kilikis (Napoleón, Payaso, Pamplonica y Demonio). Los gigantes superan los cuatro metros de altura, por lo que son más grandes que los del propio Ayuntamiento. Este barrio histórico también con una comparsa txiki.

En el año 2008 surgieron comparsas en otros dos barrios: Arrotxapea, el más antiguo de Iruñea, y Mendillorri, uno de los más modernos. Las figuras del primero de ellos recuerdan a antiguos oficios y lugares de antaño: Runa, Motxorro, Arriasko y Txantxarrana, que van acompañados por los kilikis Pagoto y Petit. En Mendillorri optaron por dos personajes antagónicos de la mitología vasca: Atarrabi, que es la personificación del bien, y Mikelats, que representa el mal. Y en el año 2014 añadieron dos ‘‘gigantas’’, Amalurra y Nafarroa, que fueron apadrinadas por la comparsa de la Txantrea.

Otro barrio de reciente creación, Buztintxuri, dio los primeros pasos para crear su propia comparsa en las fiestas de 2012, con los gigantes Mikel y Feli. Un año después la completaron con otras dos figuras que también representan a antiguos labradores de la zona: Antonio y Ana. Y en 2014 se les unieron el Fiestero, la Bruja y el Txatxo de Lantz, cabezudos que representan, respectivamente, a las fiestas de Buztintxuri, las hogueras de San Juan y el carnaval rural vasco. En todas sus actuaciones van acompañados por los Gaiteros Ezpelur.



Los barrios vecinos de Azpilagaña y Arrosadia tienen sendas comparsas, aunque suelen trabajar de forma conjunta. La de Azpilagaña se llama Gartxot y se creó en 2011 con cuatro gigantes txikis. Dos de ellos están relacionados con personajes de su historia reciente (Gartxiko y Gerrieder) y otros dos con la mitología vasca (Basajaun y Errekamari). A ellos se les unieron en 2015 otros dos gigantes grandes que representan a dos pesonajes históricos navarros: el Mariscal Pedro II de Nabarra y la reina Juana III de Albret. La de Arrosadía se llama Ilargi-Enea, es de la Peña San Fermín, y de momento solo tiene gigantes txikis.

En el barrio de Ermitagaña comenzaron a configurar su propia comparsa en el año 2013, con los siguiente personajes: dos gigantes, uno que representaba a Benjamín de Tudela y otro que estaba sin definir; cuatro gigantes txikis para representar a reyes del Reino de Navarra y de la Corona de Aragón; tres kilikis con figuras del zanpantzar, el Bobo de Otsagabia y la cabra, y dos zaldikos, uno bueno y otro malo.    


Todavía falta Oceanía

Las primeras noticias de los gigantes de Iruñea se remontan al año 1600, cuando Nafarroa todavía estaba considerada como un reino a pesar de que ya había perdido su independencia. Medio siglo más tarde la ciudad disponía de ocho gigantes y dos gigantillos, que alegraron las fiestas de la ciudad hasta que en 1780 el rey Carlos III prohibió que salieran en procesiones y otros actos religiosos porque suponían una «distracción ante la fe». En aquella época la Catedral tenía sus propios gigantes, que quedaron abandonados hasta que en 1813 fueron recuperados para la ciudad. Eran seis figuras que representaban a sendas parejas de turcos, negros y caucásicos. En 1860 el pintor Tadeo Amorena, nacido en Iruñea, propuso al Ayuntamiento construir nuevas figuras porque las otras ya estaban muy deterioradas. El mismo fabricó una pareja de europeos que fueron del agrado del Consistorio, por lo que le encargaron nuevas figuras para representar a otros tantos continentes: Asia, Africa y América. Sin embargo, se olvidaron de Oceanía, por lo que no sería mala idea encargar otras dos figuras y completar el mapa. 

 

Las ocho figuras actuales tienen nombres peculiares –Joshemiguelerico, Joshepamunda, Sidi abd El Mohame, Esther Arata, Selim-pia Elcalzao, Larancha-la, Toko-Toko y Braulia–, y casi todas llevan en sus manos elementos distintivos, como cetros, espadas, carcaj con flechas y arcos, o abanicos. La fotografía más antigua que se conserva de ellos es de 1874, cuando probablemente llevaban sus trajes originales.

Con el paso de los años, esos ocho gigantes de casi cuatro metros de altura se han ido rodeando de otras figuras que les acompañan a la hora de animar los txokos de la ciudad: son seis kilikis, tocados con tricornios y «armados» con vergas para golpear a grandes y txikis; cinco cabezudos que portan bastón de pomo metálico o sombrilla, y seis zaldikos, que no tienen nombre pero sí vergas.

‘‘Caravinagre’’ es el kiliki más popular, en el que se fijan todas las miradas, mientras que el cabezudo que representa al alcalde tiene la particularidad de que sus ojos son móviles. Todos ellos van acompañados de txistularis, tamborreros y gaiteros, aunque estos últimos no son miembros de la Comparsa sino que son contratados por el Ayuntamiento.