Naiz

El Ayuntamiento de Iruñea pondrá pararrayos en árboles para proteger ejemplares singulares

El Ayuntamiento de Iruñea ha iniciado un plan para instalar, de forma progresiva, pararrayos en árboles singulares de distintas zonas de la ciudad, para proteger a estos ejemplares y para minimizar el riesgo para la ciudadanía.

Imagen de la instalación del pararrayos en uno de los árboles singulares de Iruñea. (AYUNTAMIENTO DE IRUÑEA)
Imagen de la instalación del pararrayos en uno de los árboles singulares de Iruñea. (AYUNTAMIENTO DE IRUÑEA)

Así lo ha comunicado el Consistorio en una nota, en la que revela que la instalación de estos aparatos se hará en aquellos árboles que, según los técnicos, tienen más posibilidades de verse afectados por el aparato eléctrico de las tormentas que, especialmente en otoño, primavera y verano, suelen producir daños en la masa arbórea.

Hay dos objetivos para la puesta en marcha de este plan, por un lado porque estos árboles son ejemplares que por sus características, y en comparación con otros de su misma especie, presentan un interés relevante por su valor biológico, estético, cultural, o por su edad; además, por su especial altura, y porque destacan sobre las masas arbóreas de las que son parte, tienen una mayor probabilidad de recibir un rayo.

Por otro, cuando un árbol desprotegido recibe una descarga, esta sale a través de las raíces disipándose en el suelo y creando a su alrededor el llamado ‘voltaje de paso’ con capacidad para trasmitírsela a animales y personas de su entorno.

Al respecto, ya se ha instalado el primero de los pararrayos y para ello se ha elegido una de las secuoyas de la Taconera de aproximadamente 40 metros de altura.

La idea es ir colocando en la docena de ejemplares seleccionados uno o varios pararrayos (de menor tamaño, dependiendo de la forma de la copa) fabricados en componentes de cobre.

Tras recibir la descarga, a través de conductores fijados al tronco, la instalación hará descender la electricidad hasta un elemento soterrado.

Así en vez de dispersar la electricidad través de las raíces o que la descarga explote dentro del ejemplar, esta se recibe en una parrilla en forma de ‘espina de pez’ enterrada, que haría de ‘toma de tierra’, reduciendo el voltaje de paso hasta valores inocuos. Cada uno de estos pararrayos vendría a costar aproximadamente unos 10.000 euros entre componentes materiales y trabajo de instalación.

Además de contribuir a la seguridad de los ciudadanos y los animales, el valor de estos árboles suele ser muy alto porque, mas allá de las funciones ecológicas del resto de árboles (fijar partículas de aire en suspensión, consumir CO2, dar sombra y mejorar el paisaje), tienen un especial papel en la biodiversidad de la ciudad albergando en sus troncos especies vegetales y animales específicas.