Ramon Sola

Ma che fai, Osasuna?

Tras el roto del mercado de verano ha llegado el descosido del de invierno. En este nuevo cajón de sastre, el broche de oro de Sirigu (quizás el jugador con mejor curriculum que haya llegado nunca al club junto a Milosevic) no guarda coherencia alguna con los retornos de Vujadinovic y Raoul Loé. Y menos comprensible aún es que no haya salidas, ni de los jugadores que ya están amortizados ni de los que piden a gritos una cesión para progresar.

El mítico Buffon y su suplente Sirigu, nuevo fichaje de Osasuna.
El mítico Buffon y su suplente Sirigu, nuevo fichaje de Osasuna.

Sirigu se llama Salvatore, y visto su curriculum, la inesperada cesión hace pensar que Osasuna juega fuerte por la salvación. Hay que irse hasta Savo Milosevic para encontrar un jugador de ese nivel que haya querido vestirse de rojillo, aunque sea sin mucho entusiasmo inicial, de prestado y para media temporada. El suplente de Buffon, 17 veces internacional, laureado con PSG y dos veces mejor portero de la liga francesa, mamma mía!

El problema es que con eso no alcanza para corregir un equipo que tiene tantas lagunas. Y menos cuando, ma che fai Osasuna?, las otras dos contrataciones invernales son dos jugadores como Vujadinovic y Raoul Loé, con más perfil de Segunda que de Primera y a los que se intuye muy fuera de forma tras los periplos por China y Qatar. Tampoco entre ellos dos hay un criterio común: Vuja suena a populismo puro y duro y Loé a lo contrario. El primero pondrá espíritu y el segundo músculo, pero nadie garantiza que mejoren lo que ya había.

Incoherencia, de nuevo. Nada que ver con lo que, sin ir más lejos, ha hecho el equipo al que los optimistas ven como la tabla de salvación más posible para Osasuna: Leganés. Los pepineros cierran la ventana invernal con siete caras nuevas –tres de ellas llegadas ya hace semanas, con tiempo de adaptación– y en las últimas cuatro se observa un hilo común: experiencia en Primera y salto de calidad (Tito, Erik Morán, El Zhar, Bueno). Pese a que Sirigu pueda deslumbrar más, comparativamente Vasiljevic sale bastante peor parado que Garitano.

Pero tan importante como lo que se ha hecho es lo que no se ha hecho. La oportunidad de aligerar plantilla era propicia, pero solo ha salido Javi Álamo: ni Fuentes, ni Mérida, ni Riviere, ni Jaime, ni alguno de los dos porteros desbancados por Sirigu… Y también resulta poco comprensible que sigan en el plantel jugadores de la casa que no van a tener minutos y a los que se podría haber buscado media temporada de crecimiento en algún Segunda o Segunda B puntero: Alvaro (ahora ya cuarto portero), Buñuel, Otegui, Olavide… Llueve sobre mojado aquí; Otegui, por ejemplo, va a acabar su segunda temporada con muy pocos minutos salvo que Mateo lo meta con calzador en el Promesas.

En estos días en que se habla mucho de nuevo de la conflictiva relación con el Athletic, por el caso Oberena, sería bueno mirar también hacia abajo y ver por qué Osasuna no tiene un equipo nodriza como no hace mucho fue el Huesca, en el que pueda curtir jugadores y a su vez tener opción preferencial de contratar a quienes allí vayan despuntando. Y opciones cerca no faltan: el mismo Huesca, el Numancia de César Palacios, el Mirandés…