Iñaki Vigor

Símbolos franquistas que ya son historia en Iruñea

La laureada de la fachada de la Diputación pronto será historia, como también lo fueron otros símbolos franquistas que hasta hace pocos años estaban en las calles de Iruñea y que ya pocos recuerdan. El rechazo popular a esos símbolos fue clave para quitarlos del paisaje urbano.

En los años 80 fue retirada esta inscripción franquista de la fachada de Diputación. (ARCHIVO DOCUMENTAL DE IÑAKI VIGOR)
En los años 80 fue retirada esta inscripción franquista de la fachada de Diputación. (ARCHIVO DOCUMENTAL DE IÑAKI VIGOR)

«España, vencedora del comunismo en la cruzada que levantó este día, busca la paz del imperio por la unidad, por la grandeza, por la libertad en el signo de franco, El Caudillo. Aquí se alzó Navarra y cubrió los frentes de combate». Esta era la inscripción que figuraba en la fachada del Palacio de Diputación que da a la Plaza del Castillo, y en la que también figuraban, en números romanos, las fechas del levantamiento: 17, 18 y 19 de julio de 1936.

Aquella inscripción era una afrenta para los miles de navarros que padecieron la persecución franquista, una afrenta especialmente dolorosa  para los familiares y amigos de las 3.400 personas asesinadas en Nafarroa a raíz del golpe de Estado de hace 80 años. Tras la muerte de Franco esta inscripción sufrió constantes ataques, sobre todo en forma de pintura arrojada al amparo de la noche.

La pintura solía ser limpiada una y otra vez, pero de nuevo volvía a aparecer, hasta que en los años 80 la Diputación decidió suprimir la inscripción y dejar la fachada tal como estaba antes de 1936.



Lo mismo ocurrió con otros símbolos franquistas repartidos por la ciudad, como el busto de homenaje al general Sanjurjo que estaba en la calle Ciudadela, cerca del Paseo de Sarasate. Aquella efigie del militar franquista era atacada constantemente, unas veces con pintura y otras tapándola con telas, e incluso en una ocasión apareció con un calzoncillo cubriéndole la cabeza, del que chorreaba pintura roja y blanca.

Al final, el busto de Sanjurjo fue retirado de aquel lugar, al igual que el pedestal en el que figuraba la siguiente inscripción: «Pamplona a su hijo esclarecido el general Exmo. Señor D. José Sanjurjo Sacanell».

Más tiempo tardaron en retirar otro símbolo franquista que también solía ser atacado con pintura, y que se encontraba en los institutos de la Plaza de la Cruz. En él aparecía un gran águila imperial con el lema «Una, Grande, Libre. Por Dios y por España», junto al escudo de Nafarroa con la laureada.

 

Este escudo todavía existía cuando fue visitado por el rey español Juan Carlos I y su esposa Sofía con motivo de la apertura del curso escolar en setiembre de 1998, y no fue retirado hasta años más tarde. Por cierto, hay quien sostiene que los cuadros y fotografías del monarca español también se pueden considerar simbología franquista, dado que fue el propio Franco quien le nombró su sucesor.

También fue suprimida, tras múltiples peticiones ciudadanas y de la mayoría de los grupos municipales, la simbología franquista que existía en el cementerio de Iruñea, presidiendo el lugar donde existen más de un centenar de tumbas de falangistas, requetés y soldados que murieron en el frente en defensa del alzamiento franquista.

La laureada que estos días se está quitando de la fachada de la Diputación no es el último símbolo franquista que queda en la ciudad, pero sí el más visible. Todavía queda por suprimir la simbología franquista existente en la cripta del Monumento a los Caídos y revocar los acuerdos municipales por los que fueron declarados «hijos predilectos» e «hijos adoptivos» personajes afectos al régimen franquista.