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La familia de otro enterrado en Los Caídos también rechaza la exhumación

La familia de Severiano Arregui ha mostrado su oposición a que el Ayuntamiento de Iruñea exhume sus restos de la cripta de Los Caídos, donde se encuentran también los cadáveres de los generales golpistas Mola y Sanjurjo.

Las exhumaciones en Los Caídos están previstas para mediados de este mes. (Iñigo URIZ/ARGAZKI PRESS)
Las exhumaciones en Los Caídos están previstas para mediados de este mes. (Iñigo URIZ/ARGAZKI PRESS)

La familia de Arregui presentó alegaciones contra el proceso de exhumación que, según dice, todavía no han sido respondidas, y además se ha sumado al texto que firmó la familia de los Hermanos Aznar para hacer llegar su opinión al Arzobispado, al Ayuntamiento y a la opinión pública.

Al respecto subrayan que ellos no han solicitado la exhumación y desean que los restos mortales permanezcan en la cripta de Los Caídos, a donde se trasladaron en su día a solicitud de la Diputación.

«Los muertos no pueden ser instrumentalizados por las apetencias de los vivos y lo que hay que hacer es dejarles que descansen en paz», afirman en una carta, y añaden que «mal se aviene la necesaria reconciliación con este tipo de actuaciones» que «remueven posiciones de enfrentamiento, hoy felizmente superadas a pesar de que algunos quieran insistir en su reactualización».

Cuestionan por ello decisiones «sin ninguna necesidad y con ningún beneficio para la paz social, el perdón y la relación fraternal que debe imperar para superar viejas rencillas».

La familia de Severiano Arregui asegura asimismo que «nadie se puso en contacto» con ellos para conocer su opinión sobre su exhumación y recuerdan que, natural de Gares, fue el combatiente navarro muerto de más edad y se le seleccionó para «representar a los miles de personas que dieron su vida en el frente por la Merindad de Pamplona».

Enrolado como voluntario en Sevilla a los 62 años, murió en la toma de Lopera el 28 de diciembre de 1936 y fue enterrado en el Panteón de los Héroes de la Guerra del cementerio de San Fernando, de la capital andaluza, desde donde en 1964 fueron trasladados a la cripta de Los Caídos, después de «innumerables gestiones burocráticas» encargadas por la Diputación a la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz.

«La memoria histórica anida en el seno de cada familia y debe respetarse para todos. La historia de nuestra tierra no se puede remover a voluntad del vaivén político ni de la alternancia de los gobiernos institucionales», indica la familia.

Y añade que «pretenderlo supone generar la fragmentación felizmente superada del cuerpo social que conforman todos los navarros. Ellos son los únicos y legítimos depositarios de su historia más reciente. Finalmente el reconocimiento de unos no debe conllevar la afrenta de otros muchos. La convivencia debe imponerse como garante de la paz social».

Además de la familia de Arregui, también se han posicionado en contra de las exhumaciones los familiares del general golpista Sanjurjo. Y el Arzobispado también ha presentado alegaciones a la decisión del Ayuntamiento de exhumar los restos enterrados en Los Caídos a mediados de este mes.