Tras ser nombrado ayer para el cargo, Palomero ha anunciado en rueda de prensa que harán «un esfuerzo muy grande para que el discurso y la memoria de la institución a través de sus estatutos, a través de sus órganos de gobierno y de sus criterios de gobernanza estén siempre abiertos al servicio de nuestros objetivos».

Palomares, que ocupará su puesto a partir del próximo 1 de septiembre, ha informado de que seguirán «un criterio de transparencia que como mínimo será aquel que se da para sí mismo el Gobierno de Navarra en la filosofía del 'open data'» y que reforzarán «el concepto de representación institucional».

«El principio básico sobre el que he desarrollado el proyecto es identificar a la Orquesta Sinfónica de Navarra y a la Fundación Baluarte como instrumentos de acción cultural educativa, de representación institucional y de acción inclusiva de Navarra y de sus instituciones».

El plan, elaborado para cinco años, se ejecutará con cinco «criterios de servicio público: eficiencia, sostenibilidad, transparencia y gestión ética, excelencia y calidad, y creación de comunidad».

Todo esto se llevará a cabo mediante «cinco líneas estratégicas: institución, buen gobierno, transparencia, calidad y excelencia; proyecto artístico y programación; sostenibilidad; creación de comunidad y gestión de audiencias; y responsabilidad social y políticas formativas, educativas e inclusivas».

«Este programa lo que quiere es trabajar con y para la comunidad, y contando para ello con todos aquellos que están involucrados», ha indicado Palomares, para lo que fomentarán «una política participativa y muy de comunicación interna de recursos humanos y también el turismo de eventos».

Ha manifestado también la necesidad de hacer una reflexión sobre la identidad artística de la Orquesta Sinfónica de Nafarroa, algo que permitirá «afrontar con mayor calidad y competitividad el repertorio» y que se hará «en conjunto con la Orquesta y con la sociedad musical navarra».

El nuevo director-gerente ha informado de que en el futuro se fomentará «la vuelta a la realización de giras y de grabaciones puesto que son dos elementos fundamentales para la incentivación del colectivo» y ha señalado que hay que conseguir la identificación de «Baluarte como un emblema».

Por su parte, la consejera de Cultura, Deporte y Juventud, Ana Herrera, ha destacado la «dilatada experiencia al frente de direcciones generales y técnicas de orquestas, coros y otras entidades culturales» de Palomares y ha manifestado su «satisfacción» por contar con una persona «de su valía humana y profesional».

«Se quiere garantizar el futuro de la Orquesta y situarla en un entorno estable como una de las piezas fundamentales de las políticas culturales relacionadas con el patrimonio musical de esta comunidad», ha continuado Herrera.

Para ello, «está previsto que durante el primer año de trabajo de Félix Palomero, este se oriente a la gestión de la Orquesta Sinfónica de Navarra en su nueva etapa, y la temporada artística del Auditorio así como el resto de programas de Baluarte se gestionarán el próximo año de manera similar al actual».

«Al término de la primera temporada conjunta, es decir, en junio de 2017, se abordará el plan que diseñará Félix Palomero para racionalizar la labor de programación y para optimizar las sinergias entre la Orquesta Sinfónica de Navarra y la Fundación Baluarte», ha añadido la consejera.