Los cinco millones de kilómetros recorridos para poder visitar a los presos de Barañain han supuesto a sus familiares y amigos un gasto de casi 560.000 euros en gasolina, cantidad a la que hay que añadir un gasto incalculable en peajes, multas, pensiones y comida.

Estos datos han sido dados a conocer esta tarde en una rueda de prensa ofrecida en Barañain por miembros de la plataforma Karmele Gogoan, expresos y familiares.

Los miembros de esta plataforma han elaborado un dosier de más de 200 páginas en el que recogen la huella que ha dejado la dispersión en Barañain, en el que se recogen datos, imágenes, testimonios directos y recortes de prensa, así como los efectos que  esta «vulneración de derechos humanos» sigue teniendo en la actualidad.

Desde 1981 han sido detenidos y encarcelados 20 vecinos de Barañain por motivos políticos. En la actualidad uno de ellos, Xabier Sagardoi, está dispersado en una cárcel de Soria y sus familiares y amigos tienen que realizar cientos de kilómetros para poder tener un encuentro de 40 minutos.

En este tiempo se han producido nueve accidentes de carretera en los trayectos a las cárceles, y en una de las visitas, en diciembre de 2004, murió Karmele Solaguren. «Ninguna muerte producida en carretera de camino a visitar a una persona presa es fruto de la casualidad», han denunciado.

En las próximas semanas se van a repartir en Barañain más de 10.000 revistas en las que se recogen los datos de la dispersión, junto con testimonios y entrevistas, «con el fin de socializar la vulneración de derechos que se ha cometido y se continúa cometiendo» en esta localidad.